Con este título quería dar sentido homenaje al maestro Tolkien, aquel que mejor que nadie entendió o supo reflejar el sentido perecedero y a la vez inmortal del Ser Humano. Porque el tiempo que tenemos es limitado pero también muy valioso, el tesoro más valioso que ni un Smaug puede atrapar entre sus codiciosas garras.
Tras una larga vida que tuvo muchos giros, momentos ociosos y felices y también amargos. Supo lo que fue amar y lo que era perder a aquellos que le eran tan caros para su corazón.
Tal día como hoy pero de 1.973 Tolkien falleció reuniéndose con su querida esposa, su Luthien.